martes, 20 de noviembre de 2018

CASA DE PRISCILA

EN ITALIA- CEMENTERIO DE PRISCILA-













El fin de este blog es demostrar cómo desde tiempos remotos la Iglesia y sus fieles se ocupaban de los pobres.
Actualmente, en 2018 (engañando con el doble discurso) la iglesia apóstata se manifiesta con su “misericordina” como si fuera la única que busca eliminar la pobreza cuando en realidad es todo lo contrario. Vemos al perjuro Francisco doblegar la cerviz para besar las manos de sus mandantes, los enemigos de la Iglesia, promotores y constructores de la destrucción de la misma; los que mantienen no sólo la pobreza sino la miseria de grandes grupos, pueblos y hasta países enteros, para usarlos en sus fines de dominación del mundo.
En el “Cementerio de Priscila” nos informamos que: “En los comienzos del cristianismo, es decir, en el primer siglo y a principios del segundo, incluso en Roma, la sepultura de los fieles, que aún no eran muy numerosos,  se haría sin duda alguna en hipogeos o lugares privados de sepultura de familias cristianas, en los cuales eran enterrados, no solamente los miembros de la familia, sino también los pobres, considerados siempre como hermanos en la Fe, a quienes sus condiciones económicas no les permitía disponer y preparar un lugar propio para su sepultura. A éstos, por tanto, el propietario cristiano les concedía el lugar necesario para la tumba, dentro de su propiedad y lo más cerca posible del lugar destinado para las sepulturas familiares. De esta forma las sepulturas aisladas, fueron los comienzos de los grandes cementerios cristianos aún en la misma Roma.”
“Muy pronto, en la primera mitad del siglo segundo, se comenzó, en la Capital del Imperio y por parte de las ricas familias cristianas, a crear, en comunicación con el hipogeo primitivo, ambientes subterráneos en forma de galerías excavadas en la tierra, con el fin de permitir y dar facilidades a los fieles pobres, cada vez más numerosos, el que pudiesen preparar la sepultura para sus difuntos. Tales galerías se hicieron junto a los hipogeos cristianos, en las grandes áreas sepulcrales y puestas a disposición de los fieles pobres por parte de los propietarios cristianos. De esta forma comenzaron, en la primera mitad del S.II, los núcleos de las catacumbas romanas más antiguas. Las más numerosas, extensas, antiguas y ricas en monumentos iconográficos y epigráficos, así como en sepulturas de mártires insignes, son las catacumbas de Roma. “  PP 4-5
(…) P.15-“ Estas galerías se pusieron a disposición de los fieles de Roma para que pudiesen enterrar a sus muertos, en el curso de los SS.II y III, fueron depositados centenares de cadáveres que iban colocados en nichos excavados en forma rectangular en las paredes y aún en el suelo. La mayor parte pertenecen a personas de una modesta clase social;…”
(El subrayado es mío)
Este fascículo interesa también porque nos relata el origen de los Cementerios Católicos en los que fueron recibidos los innumerables mártires de aquellas sangrientas persecuciones.


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